Wednesday, June 9, 2010

Thank you, Ben

Quantitative Easing. O mejor "kiu i guan" y "kiu i tú". Ahora resulta que el Fed le llama así al negocio de los bancos centrales de imprimir dinero mediante la compra de activos. No nos echemos cuentos, por más malabarismos financieros y terminachos fanfarronescos, el tal QE1 y QE2 no es otra cosa diferente a imprimir dinero. Listo, está bien, más bien monetizar la deuda pública.

Más seriamente, se habrán enterado de la decisión del Fed de la semana pasada. Si no, más vale que se pongan las pilas y miren las noticias porque el mundo puede estar observando una de las mayores cagadas en la historia de la política económica. ¿Por qué un profesor como Bernanke, quien sabe muchísimo más de economía (de historia, y de muchas otras cosas más) que yo, decide imprimir cantidades ininteligibles de dólares, tal como lo hizo Alemania en los 20 o los españoles hace más de 500 años cuando descubren las minas del Potosí en el Nuevo Mundo? ¿Por qué lo hace anunciándole a los mercados, posteriormente cumpliéndoles, y luego ejecutando las compras gota a gota? ¿O mejor, de a baldados? ¿Ha considerado Bernanke las consecuencias sobre la estabilidad monetaria mundial de una decisión que sobrepasa los límites de la responsabilidad?

No tengo una respuesta concreta a estas preguntas, aunque tengo una hípótesis. Pero antes de elaborala, permítanme ilustrarlos acerca de los hechos recientes en materia de política monetaria en los Estados Unidos. La gráfica que les presento, muestra la evolución, durante los últimos 90 años, de la oferta monetaria (o base monetaria = efectivo más las cuentas corrientes de los bancos privados en el Fed) de los Estados Unidos.

Los datos son promedio trimestral (ajustados por estacionalidades) y van desde marzo de 1918 hasta septiembre de 2010. Esto es, justo antes de la decisión (tomada hace unos días) del Fed de imprimir otros 600 mil millones de dólares más a partir de la fecha hasta junio del próximo año. Es decir, que si el Fed cumple con lo prometido, la grafiquita se vería como una línea recta desde los 2.0 billones hasta 2.6 billones. Los datos se los puedo enviar si me mandan un email.



Lo que esto significa es que los habitantes de este planeta no han vivido lo que el mundo está experimentando en materia económica. Una explosión de dólares del banco central de la economía más grande del mundo entre 2008 y 2009, con el agravante de que promete echarle (gradualmente) más gasolina al fuego entre finales de 2010 y la primera mitad de 2011. Eventos como estos, probablemente, ya ocurrieron, como dije, en Alemania en los 20, en Bolivia en los 80, o más recientemente en Zimbabwe. No sé, no tengo los datos. Lo que sí es cierto es que, a una escala global, estos acontecimientos nadie, y repito nadie, los ha presenciado.

Y es que no hay forma de darle la vuelta a los datos. Ni siquiera cuando se miran en términos relativos, es decir, en tasas de crecimiento trimestre a trimestre. Los trimestres que más se le acercan al aumento (trimestral) del 80% durante el último trimestre de 2008 (debido a las compras de activos durante la crisis de Lehman) y del 12% del mismo trimestre del 2009, son el primer trimestre de 1933 (10%), el segundo triemstre de 1938 (13%) y el tercer trimestre de 1939 (10%). Hace unos días el ministro de finanzas de Brasil acuño el término "guerra de monedas" para referirse a lo que el mundo está presenciando? Permítanme me río! Esto no es una guerra, es un tsunami monetario.

Ok, establecidos los hechos, vamos a las explicaciones y a las eventuales consecuencias. ¿La primera pregunta era por qué Bernanke deicidió tirar la bomba entre 2008 y 2009? Bueno, esto es más o menos obvio: para contener el efecto de la crisis financiera. Muchos economistas estarían de acuerdo que ahí no había mucha alternativa. De hecho, hace un año Bernanke era casi aclamado por haber evitado una crisis financiera global. La pregunta que sigue es más jodida. ¿Por qué seguir imprimiendo dinero, esta vez no de un solo trancazo sino por montos pre-anunciados? Aquí la explicación es menos evidente y por lo tanto me atrevo a lanzar mi hipótesis.

Lo primero es que Estados Unidos está en un atolladero muy complicado. Su economía sufre los efectos de una crisis financiera, la tasa de desempleo es cercana al 10%, los hogares y las firmas se están desapalancando (esto quiere decir que no quieren endeudarse), los bancos no quieren prestar, la inflación se aproxima lentamente al 1%, la política fiscal tiene poco márgen de acción y hay un riesgo grande de una deflación. Esto último sería desastroso para los ya endeudados consumidores americanos y podría agravar aún más la situación de su ya estancada economía.

¿Pero, no sabe Bernanke que las crisis financieras son largas y que cuando las tasas de interés son tan bajas y los bancos no quieren prestar ni los agentes endeudarse, la capacidad de estimular la economía mediante la compra de activos (o sea, imprimir billetes) es mínima? Si, él lo sabe. ¿Entonces por qué lo hace?

Algunos argumentan que Bernanke quiere emplear la llamada "curva de Phillips". La idea de que existe una relación negativa de corto plazo entre desempleo e inflación. Mayor inflación debería, en teoría, reducir el desempleo. No creo.

Yo pienso que hay una razón mucho más inteligente que suponer que Bernanke se come el cuento de que existe la tal curva de Phillips. Su objetivo es, más bien, evitar la deflación a través de alimentar expectativas de una mayor inflación en el futuro. La apuesta de Bernanke, me parece, es elevar las expectativas de inflación y a través de este canal evitar que la economía caiga en un proceso de deflación similar al del Japón en los años 90. Es por esa razón que anuncia que imprimirá dinero gradualmente por mucho tiempo (durante al menos ocho meses), porque de esta forma afecta la tasa de crecimiento de la oferta de dinero y no su nivel. Recuerden que un aumento de un solo totazo afecta el nivel de precios y no la tasa de inflación (de forma permanente). Al final de cuentas, la inflación es siempre y donde uno quiera un fenómeno monetario.

¿Lo logrará? Bueno si uno mira los datos de los precios de los bonos del tesoro de los Estados Unidos, el mercado no parece estar considerando una deflación. Al menos, por ahora. De hecho, antes de la decisión de imprimir más dinero, las expectativas de inflación a 10 años estaban alrededor del 2%. Justo en la meta implícita del Fed.

¿Y bueno, pero si no hay un exceso de inflación de bienes en Estados Unidos, a dónde se ha ido o va a ir a parar semejante cantidad de plata? Se ha ido y seguirá lléndose a otros bienes o activos, como por ejemplo, commodities (hard y soft), monedas, y en general, activos denominados en monedas extranjeras. Esto, en parte, explica los altos precios de los commodities y la apreciación del resto de las monedas mundo (incluído el Euro, aun con todos sus problemas fiscales, y obviamente el peso colombiano).

El problema de la apuesta de Bernanke es que es muy riesgosa. El Fed corre el riesgo de que a su economía le tome mucho tiempo en arrancar de verdad y de que efectivamente caiga en una deflación porque los consumidores simplemente continúan su proceso de ajuste de cinturones. Como están las cosas, la economía mundial enfrenta un escenario en el que cualquier cosa puede pasar. Y debo confesarles de que no tengo mucha idea de lo que puede pasar de ahora en adelante. Lo que sí es claro para mí, es que la inflación la estamos viendo en los precios de los commodities y en los activos de las economías emergentes y que esta es la semilla de la siguiente crisis. ¿Cuándo y dónde va a ocurrir? No tengo la menor idea. Pero de antemano, podemos decir: "Thank you, Ben."

Monday, May 31, 2010

Las matemáticas de las encuestas

Las empresas encuestadoras encabezan la lista de los perdedores de estas elecciones. Al menos eso dicen los analistas. Ah bueno, y los candidatos también. Pero, cómo es posible que las encuestas hayan fallado de manera tan estrepitosa? Aquí va mi teoría: de acuerdo con los resultados de las dos elecciones pasadas, los sondeos fueron mucho más precisos de lo que muchos piensan.

El ejercicio es simple. Analizando los resultados de las elecciones presidenciales y las parlamentarias las cuentas cuadran a las mil maravillas. Para ilustrar mi punto, les pongo un ejemplo. El partido liberal obtuvo 1.8 millones de votos en las parlamentarias, mientras que Pardo, sólo logro retener algo más de 600 mil votos. El resto, 1.2 millones, adivinen para dónde se fueron. Lo mismo ocurre con el partido conservador. A Noemí 1.4 millones de votos le hicieron la U. Sumando éstos los votos del PIN, se tiene que, entre tráfugas y clientelistas, los votos que favorecen el status quo equivalen a 3.5 millones. Si les restamos esos votos a Santos, se queda con 3.3 millones millones de votos. Bastante parecida a la votación de Mockus! (37% contra 35%)

Votos (millones)
Congr. Presid. "Propios" %
Partido de la U* 2.8 6.8 3.3 37.1%
Conservador 2.3 0.9 0.9 10.1%
Liberal 1.8 0.6 0.6 6.7%
Cambio Radical 0.9 1.5 0.6 6.7%
Polo Dem. 0.9 1.3 0.4 4.5%
Partido Verde 0.5 3.1 3.1 34.8%
PIN 0.9 14.2 8.9
*Restar Trafugas+PIN 3.5

Más sorprendido quedé al calcular los porcentajes con respecto al total de votos "propios" (8.9 millones, que resultan de los 14 y pico millones menos los votos "clientelistas", es decir, todos aquellos que no resultaron de las elecciones parlamentarias), pues estos coinciden casi que mágicamente con los porcentajes de intención de voto que mostraban las encuestas unas semanas antes de las pasadas elecciones.

Por lo anterior, creo que las encuestas no estaban diciendo mentiras. Simplemente no sondearon a los votantes. O más bien, no agarraron el voto amarrado. El del guarito, el tamal y el puesto de trabajo.


Friday, May 21, 2010

Aerosmith in the tropics

Los tenía abandonados. En parte por mis compromisos laborales, pero también en parte porque no había encontrado un tema que me motivara. Hasta que finalmente lo encontré: mi experiencia alrededor del concierto de Aerosmith en Bogotá.

Los sucesos alrededor del concierto ilustran el por qué a nuestra amada Colombia aún le faltan alrededor de unos 200 años para ser parte de las sociedades civilizadas. Buena parte de nuestros males se pueden palpar con algunos ejemplos.

Empecemos por la organización previa al concierto. Para "garantizar la seguridad" alrededor del concierto, la secretaría de movilidad de Bogotá (nombre un tanto exótico) decide, entre otras cosas: (1) ley seca "en los lugares aledaños" al parque Simón Bolivar (sí, allí se hizo el concierto), (2) cerrar varias vias principales desde por la mañana hasta después del concierto y (3) crear varios "anillos de seguridad" para acceder al lugar del evento. Ah bueno, y el alcalde decide (4) nombrar al grupo huéspedes de honor.

Miremos los resultados. Los del cierre de las vías son obvios: más caos vehicular. No se explica uno por qué siendo el concierto a las 8 pm, los ciudadanos despiertan con varias arterias clave cerradas. Primera perla: el interés de 40 mil individuos (cuéntenme entre ellos) por encima del interés de 1 millón y pico de usuarios de las vías públicas. Con semejante astucia para administrar la movilidad de la ciudad, por qué no me sorprende el despelote actual en el que vivimos?

Sigamos con los anillos de seguridad. Ya me iba yo ilusionando porque el acceso al concierto fue fácil. Bueno, cómo no iba a serlo si el primer anillo de policías cubría un radio de casi 2 kilometros? En el camino hacia el escenario, se encuentra uno de todo: revendedores, vendedores ambulantes, gente de a pie, ciudadanos privilegiados entrando con sus mega-camionetas por las calles supuestamente cerradas mirando por encima a los idiotas que acatan el cierre de las vias, entre otras variedades de nuestra fauna sabanera. Segunda joya: la ley es pa los de ruana.

Ya adentro del concierto, después de 3 requisas policiales y 20 cuadras de camino, se encuentra uno con lo mejorcito de lo nuestro. En medio de la pelotera, puede ver policías viendo el concierto, gente tratando de llegar hasta el punto donde puedan olerle la chucha a Steven Tyler, el viejito que no tiene ni idea quien es ese man pero que le está alcagüetiando al nieto de 8 años que no podía estar adentro, el gordito borracho jediondo a Nectar (no hediondo, jediondo). Ah bueno, y que al tropezarse conmigo, en lugar de pedir disculpas se pone todo agreste, señal inequívoca de querer solucionar las diferencias de nuestra tradicional forma: "dándonos en la jeta, marica." Esto me lleva a mi tercera gema: la tal ley seca, como el 90 porciento de nuestras leyes, no sirvió pa un carajo.

Permitanme mis queridos amigos concluir este relato diciendo lo siguiente: quién quiere ser huésped de honor de un país en el que le ley vigente sólo la respetan unos pocos, que antepone el bien particular al común, y que los encargados de hacerla cumplir son los primeros en irrespetarla? Ciertamente, Steven, no sabías el sombrero de qué país te estabas poniendo.